Todo empezó cuando vine a vivir a México en 2019. Mi mayor dificultad fue continuar con el tratamiento de alaciado que por más de 10 años realicé en Brasil.

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Después de invertir tres veces una cantidad considerable de dinero en salones locales, mi cabello, en menos de una semana, volvía a su forma original. Apenas bajaba un poco el frizz, pero seguía ondulado.

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En un viaje a Brasil, al compartir mi frustración con una amiga, ella me recordó lo obvio: el mismo producto profesional que yo ya utilizaba en Brasil era la solución. Me regaló una botella, y lo único que necesitaba aquí era encontrar quién me lo aplicara. Volví a México y lo apliqué en mí misma, en familiares y en amigas durante un tiempo.

 

Como fue un éxito, regresé a Brasil y tuve la oportunidad de acceder nuevamente a la fórmula original del tratamiento. Logré adquirirla directamente de la fábrica y, con esa base, decidí desarrollarla profesionalmente en México, asegurando el mismo estándar de calidad y confianza que ya conocía en Brasil.

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Comprobé una y otra vez la consistencia de los resultados, ahora con el producto hecho aquí. Los resultados fueron sorprendentes y altamente satisfactorios. Así fue como nació oficialmente Braliss en México.

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Hoy, todas las aplicaciones realizadas con Braliss confirman su gran diferencia: no contiene formaldehído (formol). Su fórmula profesional transforma la estructura del cabello desde la primera aplicación, logrando un lacio perfecto y duradero. Después, solo se necesita un retoque en el crecimiento, como mantenimiento.

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Si busca un cabello lacio de verdad, seguro y profesional, sin formol, sin humo y sin molestias, con brillo y suavidad incomparables, Braliss es la elección confiable.